sábado, 1 de julio de 2023

MR RONDÓN


       MR RONDÓN 

Muere el músico filósofo indigente, Mr Rondón, decían los diarios de la capital.

Otros decían: Muere el instruido y errante príncipe de San José en cuyas calles reinó y durmió. 

 Conocí a Mr Rondón por allá de los años 90.en el restaurante LOS LECHONES.  Músico de calipso, cantante, filósofo, poeta.Vestía saco y corbata roja, un josefino empedernido. un caballero elegante  . Emanaba un hálito de misticismo y tranquilidad. Su caminar era pausado y su voz armoniosa. Mi primera impresión con el fue agradable. nos saludamos le dije que escribía poesía nos tomamos unas cervezas y mientras el me contaba que tocaba en ese restaurante todos los fines de semanas para ganarse unos cuantos pesos. Lo note muy educado y respetuoso, me dio algunas sugerencias de vida, algo filosóficas, decía:  --- cuando llega la soledad es cuando todo comienza. luego nos despedimos.

Tiempo después lo volví a ver en un pequeño apartamento donde apenas cabían sus cosas, ahí hablamos y nos conocimos más. Esto se repitió muchas veces más. Era un ambiente de bohemia y tragos. nos olvidamos del mundo componiéndolo a nuestra manera. Maravillosos momentos aquellos.

Luego de un tiempo no nos volvimos a ver yo seguí con mi vida y él tocando en en el restaurante LOS LECHONES. Aveces visitaba el restaurante para ver si estaba y cuando no sólo daba la vuelta y me iba.  

Tiempo después no lo volví a ver. Pasaron años

Por ahí escuchaba rumores que Mr Rondón se había convertido en un indigente, yo no lo creía. decían que se había convertido en un pitoniso, en  un duende mágico y que había llegado a las calles para quedarse y que se había vuelto adicto al crak o la famosa piedra. Esto lo llevo a la locura, hasta el colmo de la esquizofrenia. 

Fue un día domingo cuando lo miré de largo, caminando y hablando solo. me sorprendí mucho y no quise saludarlo. Sentí mucho pena, no sé  como explicar este sentimiento.  Ya, no era un caballero elegante. era una combinación de duende negro con una vestidura extravagante, entre harapos ropa vieja y abalorios, totalmente en la miseria, andrajoso, flaco y desnutrido pero sonriente y pensativo.

 En una ocasión lo encontré sentado en una acera y  esta vez si me anime a conversar con Mr Rondón. 

Y aunque todos en la ciudad lo tenían como un loco y adicto, para mi seguía siendo el bohemio caballeroso y amable que conocí. Lo vi sentado en una acera, recogiendo basura pero en realidad lo que recogía eran cintas de tela, papeles y periódicos. Había algo misterioso en él, sus ojos estaban rojos como los de un dragón negro, su mirada serena y con una leve sonrisa a flor de labios.

--¿ Qué hace ahí Mr Rondón? le pregunte, Pensando que no me iba a reconocer,

me respondió: -- Hola poeta Felix, caminante andante. Vos y yo somos hijos del sol y es por eso que debemos vivir la vida antes que nos llame la pelona.

-- Pero usted no la vive la vida Mr Rondón, usted la sobrevive en la miseria.    

-- y que importa eso. Acaso no se puede ser feliz en la miseria y el abandono. ¿Quién te dijo a vos que no se puede ser feliz en el fracaso y el abandono.

-- ¿Y usted lo es acaso? 

-- Bueno por lo menos me tiro tres pedos al aire cuando se me retuercen las tripas, sin limitación alguna y sé cargar mi casa y mi cruz en la espalda sin pagar un cinco de alquiler y cuando quiero comerme algo y tengo hambre me voy al restaurante del indigente y saco del menú una  buena hamburguesa  con gusanos. y no me hago tanto rollo. Además soy feliz aunque no me vista Ortiz y aun que vos no lo creas poeta este es el mejor momento de mi vida ¿y sabes porque? Porque ya no importa lo que piensen los demás de mi y tampoco lo que yo piense de ellos, es inútil llorar sobre leche derramada poeta. El que dirán queda para los que aún se sienten importante. 

-- Mr Rondón no veo que cargue una casa en su espalda, lo que veo es una bolsa negra de basura y sucia. 

-- Me extraña poeta, yo hablo de una metáfora

--¿Y cómo hace con la higiene Mr Rondón?

-- ¿Cual el higiéne?

-- Su limpieza Mr Rondón

--- Ah ya, para eso tengo el charco grande.

-- ¿ Cual charco grande Mr Rondón? 

-- el charco grande del caño o la fuente del parque la dolorosa.  

--Vaya manera sí que sabe solucionar todo los obstáculos y problemas. por algo le dicen el filósofo pitóniso o el duende mágico.

--Me importa un pedo como me llamen, pero te aseguro poeta que si me sacan de estas calles y de esta vida, me convertirían en el ser más infeliz. 

--diga Mr Rondón  ¿Porqué dejo la música?

--¿Y quien te dijo que deje la música?

El hecho que yo no tenga una guitarra o mandolina no quiere decir que ya deje de ser músico y para que sepas lo que hace músico al músico no son sus instrumentos de música,  sino saber escuchar y vibrar con las cuerdas del universo.

-- si que tiene una respuesta para todo Mr Rondón.

-- si poeta hasta para la muerte tengo una respuesta.  

-- y como es eso Mr Rondón. 

¿Cuál es su respuesta con la muerte Mr Rondón? 

-- Mi respuesta es la aceptación de mi destino y yo he aceptado mi destino, En un mundo donde la muerte acecha no hay tiempo para pendejadas, dudas ni lamentos, solo para decisiones y es por eso que ya no tengo nada que temer ni que desear y mucho menos que defender.

Yo ya estoy muerto y los muertos no deseamos nada. En verdad te digo poeta, no somos nada. 

-- Hay que vivir por algo Mr Rondón, tiene que tener un sentido la vida 

-- Creo que aún no me has entendido, primero el sentido de la vida está en vos, en tu interior y no afuera. Vives por ti. Todo lo que haces es por ti.

-- No Mr Rondón yo vivo por mis seres queridos 

-- Eso significa que te quieres y por eso lo haces. 

-- Me sorprendieron sus palabras. Me despedí de él, le dí un poco de dinero, un apretón de mano, di la vuelta y me fui.

Después de un año lo volví a ver hecho un caballero. Mr Rondón había entrado en un hogar y se había recuperado con terapias de grupo. Estaba de nuevo en las calles pero vendiendo libros. Le compré uno que tenía como título NOCHES DE CELOFÁN. Me dio las gracias y lo vi bien, pero un poco inhibido, pensativo y casi que preocupado. como si la realidad le pesara. Se despidió de mi como siempre con una sonrisa y un apretón de mano. 

Un año después lo volví a ver por última vez en una esquina y está vez más deteriorado. Envuelto en trapos sucios, papeles, cartones y con una cinta en la frente.   

-- Hola Mr Rondón ¿como va?

--Voy como debo de ir, camino a mi destino.   

  -- ¿Porqué usa esa cinta en la frente?

-- la uso para sostener mis sueños y no se me olvide nunca el sueño de morirme tranquilo. tampoco quisiera que cuando yo muera me conviertan en un personaje. solo por el hecho de haber comido mierda en estas calles. 

-- Por lo menos lo van a recordar Mr Rondón 

-- y que importa eso después de estirar las patas. Se rasgan las vestiduras y se cortan las venas cuando alguien muere en esta condición. Vayan al carajo con ese tipo de sentir. Hasta en eso nos usan, juegan con nuestra miseria hasta la muerte. es así el sistema de la decadencia. Sabes el único momento de nuestras vidas en que eres bueno y famoso aún que sea por un momento, es cuando te muere. Luego el olvido, chao y adiós  

--- En verdad te digo, no somos nada. 

Yo creo que usted Mr Rondón es el dueño y el producto de su propio destino.

--  Es correcto y no a la vez,

El sistema manipula o te consume o te convierte en nadie, en una u otra cosa y no es cuestión de suerte como dicen algunos. 

-- Pero usted dice que eligió vivir como un indigente y es feliz

---Si así es, y no me quedo otra. Se me volvió tan dura la realidad

que preferí ignorarla como un loco feliz y no como un alienado sin conciencia.  Te digo poeta de verdad te digo y te vuelvo a decir, que si me vuelvo a mi vida normal de sobriedad, si voy a estar loco de verdad y voy a ser el hombre más infeliz del mundo. A esta sociedad no le debo nada y nada somos al final.

Cuando Mr Rondón me dijo esto comprendí toda su vida. Le di la mano. me regalo una sonrisa que me dio tranquilidad y me despedí, mirando a sus ojos en silencio. Me recordó un poco la vida fracasada de mi padre. Nunca cayo en la indigencia, sentí pena por él, me despedí  y me fui caminando sólo, diciéndome en voz baja: 

--Vida, déjame ese vacío de no hacer nada como la nada 

déjame pasar las horas en silencio para no llenarlas de pensamientos

déjame susurrarme al oído para no culparme a mi ni a nadie de mi destino, 

déjame poder decir, como un moribundo feliz, ya viví esta vida

déjame caminar por estas calles y respirar, el vacío del ocaso.

hazme saber que aún que vengan auroras 

esta ciudad obscurecerá conmigo.  

 A  Mr Rondón nunca más lo volví a ver.  






   

     






   



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