martes, 11 de julio de 2023

EL RANCHO DE CRECENCIO

EL RANCHO DE CRECENCIO


En el rancho de Crecencio se molía el maíz con tristeza hasta el cansancio, y con un molejón bastante gastado por los años. La pobreza no daba respiro, era lo que había, moler maíz como se mastica la rabia. 

Crecencio terminaba cansado, luego se iba a tomar café junto a su esposa quien hacía las tortillas para la venta de la mañana y la tarde.

también tenía dos hijas, Sasha y sochi, quienes se encargaban de la siembra y la compra del maíz y de algunos quehaceres del rancho.

Nada podía ser más importante para Crecencio que su familia y su trabajo. Dependían de la venta de las tortillas que se palmeaban en un  comal día y noche.  Había que hacer fuego con leña y queroseno para hacer las tortillas, mientras la gente hacía fila para comprarlas

En realidad aquel lugar donde se hacían las tortilla era un infierno. Las mujeres sudaban la gota gorda y el calor era insoportable y para empeorar la situación el humo que salía del comal o la leña asfixiaba aquel ambiente, hacía arder los ojos a todos.  

A veces las ventas estaban muy bajas parecía que todo iba de mal en peor. El maíz había aumentado, para hacer suficiente tortillas se necesitaba mucho granos para hacer una buena cantidad de masa y para poner más combustible al fuego se necesita de mucha leña, Esta leña solo se conseguía de dos formas comprándola a los leñadores del campo o ir por ella. Por eso un día ya desesperado Crecencio se fue en busca de leña. para no comprarla cara. Estando en el campo se le apareció un cuervo que con un graznido lo asusto y lo alerto  señalándole un lugar muy cerca de donde estaba. 

-- Qué querrá este cuervo? --se preguntó Crecencio. --Ave de mal aguero. nada bueno me puede indicar este cuervo 

--volvió a decir. Pero aún así lo siguió y cuando llego cerca de unos arbusto secos, había mucha leña apiñada, tapada con ramas secas.

--- vaya suerte --dijo Crecencio. Me equivoque con el cuervo. Era mucha leña, tuvo que contratar una carreta de bueyes para el transporte. la leña se llevo y hubo combustible hasta por 6 mese más.  Se hizo muchas tortillas, pero cuando se acabo la leña de nuevo, Crecencio  volvió al campo. Esta vez el cuervo reposaba callado en una piedra gigante  como diciendo a acá es donde tienes que buscar.  Crecencio busco en la píedra y encontró un esqueleto que le paró los pelos   

 




         

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